Vivimos en un mundo en el que productos de consumo que estaban destinados a ser disfrutados, se convierten en productos de inversión. Dejan de ser consumidos y usados para ser guardados con medidas de seguridad con el objetivo de que se revaloricen y venderlos. La inversión en tangibles, es cada vez más frecuente y habitual.
En octubre de 2020 Credit Swisse dedicó un especial a la inversión en coleccionables por parte de millonarios. Credit Swisse se centra en las bellas artes, coches clásicos, vinos especiales, joyería y relojes, bolsos e instrumentos musicales. Pero lo cierto es que existen otros muchos productos diseñados para el consumo y disfrute en un principio y que se han convertido en bienes de inversión.