Subí a YouTube un vídeo 4K de más de una hora de duración, para poder mostrarlo fácilmente a familiares y amigos, pues tiene un tamaño de 21 GB que hace imposible enviarlo a muchas personas, tanto por espacio como por acceso a medios que lo permitan. Al tenerlo subido, lo eliminé de mi ordenador, sabiendo que la calidad de YouTube era suficiente para un vídeo como ese.
Sin embargo, olvidé algo que ya sabía, y es que una vez has subido un vídeo a YouTube, aunque la plataforma ofrece una plataforma de descarga para recuperar los clips que hayas subido, su compresión es incluso más alta que la que aplica en la reproducción de vídeo de la web. Así, utilizando la función oficial, y sin optar por herramientas de descargas de terceros como youtube-dl o webs para descargar vídeos de YouTube , que sí descargan una versión de más calidad, comprobé que mi archivo había pasado de 21 GB a 260 MB.