A principios de la década de 1980, cuando la Reserva Federal estaba dirigida por Paul Volcker, la disminución de la inflación fue probablemente el evento macroeconómico más discutido. La inflación aumentó considerablemente, pero bajo Volcker, la Fed primero frenó el proceso y luego lo revirtió.
El contexto de esos años y hoy es similar en términos de avance de precios. A la luz de la experiencia de los años 70, los argumentos a favor de un período prolongado de alta inflación son sencillos. En primer lugar, las interrupciones de la oferta provocadas por la pandemia y el reciente shock de la oferta en los precios de la energía por la guerra en Ucrania se asemejan a los shocks petroleros de 1973 y 1979-80.
Hay un pequeño matiz y es que, en términos reales, la subida del petróleo hoy es dos tercios frente a las mediciones posteriores de la crisis del embargo contra los Estados Unidos en represalia de la OPEP por la decisión de los Estados Unidos de reabastecer al ejército israelí y ganar influencia en las negociaciones de paz de la posguerra.
Los datos de avance de precios son similares. En agosto de 1979, cuando Paul Volcker asumió la presidencia de la Junta de la Reserva Federal, la tasa de inflación media anual en Estados Unidos era del 9%. En contraste, el último dato de mayo nos muestra una inflación anual del 8,6%, la más alta desde diciembre de 1981.
Cuando Volcker se puso a los mandos de la Fed, la inflación había subido tres puntos porcentuales en los 18 meses anteriores y había indicios de que iba a seguir subiendo (como así fue, alcanzando un máximo del 11% a principios de 1980). Un hecho similar al que vivimos hoy, aunque el auge de hoy es más intenso: en septiembre de 2021 la inflación anual era del 5,4%, tres puntos menos que ahora.
Volcker contra la inflación desató dos recesiones
En 1964, la inflación era del 1% y el desempleo del 5%. Diez años después, la inflación estaría por encima del 12% y el desempleo por encima del 7%. Para el verano de 1980, la inflación estaba cerca del 14,5% y el desempleo superaba el 7,5%. La situación se enquistaba en la economía estadounidense.
La Reserva Federal había aplicado una política monetaria restrictiva para estabilizar la inflación en varias ocasiones durante las dos décadas anteriores, pero, en todas ellas, la inflación subió poco después. No estaban acertando.
Con la llegada de Volcker se aceptaba en general que reducir la inflación requería un mayor control sobre la tasa de crecimiento de las reservas específicamente y del dinero en sentido amplio para controlar el crecimientode la oferta monetaria. El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) ya había comenzado a establecer objetivos para los agregados monetarios.
Las medidas de política de la Fed de Volcker en 1979 y 1980, incluido el célebre anuncio de octubre de 1979 de nuevos procedimientos operativos con mayor énfasis en el dinero, se limitaron a contener la inflación ante el fuerte aumento de las expectativas de inflación evidente en los tipos de los bonos a principios de 1980.
No obstante, el esfuerzo inicial de la Fed de Volcker para combatir la inflación se abandonó a mediados de 1980 con el inicio de los controles crediticios y una recesión que, fue provocada en parte por la política monetaria restrictiva.
Lo que sucedió fue que en el transcurso de 1980, los tipos de interés se dispararon, cayeron brevemente y luego volvieron a subir. En 1979, los tipos pasaron del 10,5% en el momento de su nombramiento al 17,5 % en abril de 1980 y se produce la primera recesión.
La actividad crediticia cayó, el desempleo aumentó hasta el 7,8% y la economía entró en una breve recesión entre enero y julio, con una contracción del 2,2% del PIB. La inflación cayó pero seguía siendo alta incluso cuando la economía se recuperó en la segunda mitad de 1980.
Esta breve recesión terminó formalmente cuando la Fed redujo los tipos al 9,5% en agosto de 1980, pero la inflación se mantuvo alta. En noviembre de 1980, la inflación seguía siendo superior al 10% anual.
La Fed de Volcker se había comportado de forma coherente con las experiencias anteriores. Había emprendido una política monetaria restrictiva ante el aumento de la inflación, pero rápidamente había dado marcha atrás para luchar contra esa primera recesión de la era Volcker y permitió que la inflación siguiera aumentando.
Pero a finales de 1980, el movimiento fue contundente, los tipos de interés se dispararon y en julio de 1981 llegaron hasta el 19%. Como resultado de la política monetaria restrictiva junto con una fuerte recuperación de la recesión. Esta vez, el movimiento contra la inflación fue sostenido.
La economía volvió a entrar en recesión en julio de 1981, y resultó ser más severa y prolongada, que duró hasta noviembre de 1982, con una contracción del PIB del 2,9%. El desempleo alcanzó su punto máximo en casi el 11%.
En esta ocasión hubo una diferencia con la anterior y es que medida que empeoraba la recesión y aumentaba el desempleo, Volcker se resistió a las repetidas demandas en el Congreso de cambiar de rumbo: había que matar a la inflación.
Para octubre de 1982, la inflación se había reducido al 5%, mientras que el desempleo se mantendría por encima del 10% hasta mediados de 1983. Volcker le había ganado la partida al pulso inflacionista.
En conclusión, para acabar con la inflación Estados Unidos experimentó dos recesiones que se atribuyen generalmente a la política monetaria desinflacionista. La recesión de 1981-1982 fue la mayor caída acumulada del empleo y la producción en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial.
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La noticia
Vuelven los 80 a la Fed: así mató la inflación Volcker en su mandato con un gran daño colateral
fue publicada originalmente en
El Blog Salmón
por
Marc Fortuño
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