Hace tres años, Valve Software, la compañía desarrolladora de la plataforma de videojuegos Steam (y de grandes éxitos como Half-Life), anunció la puesta en marcha de un plan para mejorar la compatibilidad con Linux de aquellos juegos ‘sólo para Windows’ que ofrecía a sus usuarios.
Steam Play, un cliente multiplataforma lanzado en 2010 con el fin de que los usuarios no tuvieran que comprar una copia diferente para cada plataforma de sus juegos favoritos, sería en eje en torno al cual girarían esos planes.