Es habitual, en los debates de Internet en torno al sistema operativo Linux, encontrarnos con algún participante que salte, de pronto, sentenciando «¡No digáis Linux! ¡Decid GNU/Linux!».
Técnicamente es una reclamación correcta: siendo precisos, ‘Linux’ es únicamente el kernel del sistema, mientras que el resto de componentes básicos de cualquier distribución ‘Linux’ se compone del ecosistema de aplicaciones desarrolladas por el proyecto GNU, en muchos casos con anterioridad al lanzamiento del kernel creado por Linus Torvalds.