Recientemente se ha anunciado por parte del fabricante norteamericano de aviones Boeing la cancelación de su acuerdo con Embraer, el fabricante de aviones brasileño. La decisión no ha sido tomada por parte de Brasilia en un ramalazo populista por parte del gobierno de Bolsonaro, sino por parte de Boeing. Esto ha sentado muy mal en São José dos Campos (estado de São Paulo) y Brasilia, que se han sentido despechados por la empresa norteamericana.
Es cierto que llevaban años ya ultimando el trato, pero ¿cómo es posible que se quejen los brasileños de que no les compren la empresa? Lo habitual es que las quejas es que una multinacional extranjera compre una empresa del país. Aquí muchos opinan que les gustaría que Seat fuera independiente y no estuviera dentro de los engranajes del grupo Volkswagen. En cambio en Brasil parecen querer lo contrario ¿por qué? Para eso es necesario entender la situación del mercado de la aviación comercial.
La nueva consolidación del mercado de los aviones comerciales
Se suele decir que la aviación comercial es un duopolio entre Boeing y Airbus, aunque en realidad esto no es tan exacto. Boeing y Airbus dominan los aviones medianos y grandes, aunque no tienen en su portfolio aviones más pequeños para dar servicio a rutas más cortas y con menos pasajeros. Además recientemente en China se apostó por desarrollar un fabricante de aviones alternativo a estas dos empresas y nació COMAC (Comercial Aircraft Company), situada en Shanghai y que ya tiene un modelo (el 919) equivalente al Airbus A320 y al Boeing 737, aunque de momento no ha conseguido ventas relevantes fuera de China.
Para aviones más pequeños usados para vuelos regionales, el territorio estaba dominado principalmente por dos fabricantes, la canadiense Bomardier y la Brasileña Embraer. Que un país que todavía no se puede considerar desarrollado como es el caso de Brasil tuviera un fabricante de aviones bastante relevante, es algo que llenaba de orgullo y satisfacción a los brasileños. El programa brasileño se basaba en los aviones E-Jet, y son usados fuertemente en pequeños aeropuertos, muchos en EEUU aunque también otros como el London City Airport, cerca de las sedes financieras de Londres y que conecta con otros centros financieros como Zurich.
No obstante el mercado está cambiando. Hace unos años Bombardier lanzó un programa para desarrollar un nuevo avión. Los C-Series.A medida que se estaban envejeciendo otros modelos de avión, existía una fuerte posibilidad de vender un sustituto a las aerolíneas que dan servicio a pequeños aeropuertos. Este avión a pesar de su pequeño tamaño es un gran producto, cómodo para los pasajeros a pesar de su pequeño tamaño y altamente eficiente. Técnicamente podría hasta cruzar el atlántico. No obstante tras una venta a Delta por debajo de derribo, Boeing hizo una petición al gobierno de EEUU que impuso aranceles del 300% a Bombardier, ante esta situación, Bombardier vendió la mayoría de su programa CSeries a Airbus, que al tener una fábrica en Mobile, Alabama, podría fabricar los aviones de CSeries en Alabama y deberían de poder venderse en EEUU, que tiene muchos aeropuertos regionales.
Además el otro gran negocio de Bombardier, la línea de aviones aún más pequeños CRJ se lo vendieron a Mitsubishi Heavy Industries, que estaba intentando lanzar sus aviones regionales, los Mitsubishi Space Jet. De modo que pasan a consolidar su producto.
En la práctica lo que vemos es una consolidación del mercado, dado que la alianza entre Airbus Bombardier acaba incrementando el poder de mercado de Airbus frente a Boeing y Embraer, lo que hace que estas dos empresas queden condenadas a entenderse.
El acuerdo Embraer-Boeing
Viendo el mercado, ambas empresas buscan un acuerdo. En diciembre de 2017 se anuncia oficialmente las conversaciones entre ambos gigantes, dado que Embraer había sido una empresa pública y que el gobierno no parecía dispuesto a perder el control, se toma la decisión de que será un joint Venture entre ambas empresas. La JV se gobernaría desde Brasil, pero se reportaría a Boeing, que tendría mayoría en el gobierno. El saliente de Temer estaba en contra, pero Bolsonaro a favor, por lo que el acuerdo parecía sólo cuestión de tiempo.
Las sinergias entre ambas empresas pueden ser brutales. Por un lado Boeing necesita meterse en el mercado de aviones regionales, por otro Embraer necesita vender más de su E-Jet2 que tiene unas ventas lentas. Además se ven posibilidades de establecer otra Joiunt Venture para defensa. En unos términos más lejanos, que Embraer tenga fábricas en Portugal podría proporcionar a Boeing una entrada sin aranceles al mercado europeo al igual que las fábricas de Boeing en EEUU al mercado NAFTA.
No obstante a finales de abril Boeing decide terminar el contrato. No adquirirá el 80% de los activos de Embraer para montar una Joint Venture de aviones regionales. Además queda en suspensión la JV de los aviones militares. Embraer se queda compuesta y sin novio. ¿Los motivos de Boeing? Afirman que Embraer no cumple satisfactoriamente las condiciones para seguir con el Acuerdo Marco de Cooperación (Master Teaming Agreement o MTA).
La respuesta de Embraer no se hace esperar, su versión es que Boeing no puede asumir la obligación financiera por sus problemas con el COVID19, y la reputación con el 737 MAX y otros negocios. Además afirman que ha sido doloroso el adecuar su estructura a lo requerido para el acuerdo con Boeing. Adicionalmente habría que añadir que en un momento en el que Boeing va a recibir ayudas públicas, tal vez no se viera bien por parte del votante estadounidense que inviertan en una empresa extranjera. Por supuesto irán a los tribunales, el incumplimiento de Boeing puede que les haga obtener una indemnización.
¿Y ahora qué sucede en el futuro de los aviones brasileños?
De momento Embraer sigue existiendo como empresa y sigue fabricando aviones, no obstante queda por ver si serán capaces de llegar a un acuerdo con otro fabricante. Y es que las opciones como hemos comentado antes no son muchas. Un acuerdo con Airbus posiblemente supondría un problema por las autoridades de la competencia.
Así que la opción que se parece estar manejando desde Brasilia es un acuerdo con algún fabricante chino. El vicepresidente Hamilton Mourão ha hablado de un acuerdo con China, afirmando que si China tiene la demanda, Brasil tiene el Know-How. Esto podría funcionar o no, pero es cierto que Embraer puede ser un apoyo muy interesante a una China que quiere hacer frente a los gigantes Airbus y Boeing y romper el duopolio para convertirlo en un triopolio. Por otro lado desde China ni se ha respondido y Embraer ya tiene una JV en China en Harbin.
Pregunta a los lectores ¿qué creen que sería mejor, una Embraer independiente, aliada con Boeing o con el fabricante Chino Comac?
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La noticia
El acuerdo fallido entre Embraer y Boeing, ¿por qué era necesario y qué va a pasar ahora?
fue publicada originalmente en
El Blog Salmón
por
Javier J Navarro
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