Los satélites son literalmente nuestros ojos en el espacio, con toda la información que nos pueden aportar sobre lo que se ve desde allí arriba y que no se puede apreciar a pie de tierra. Entre esas aportaciones de la tecnología satelital no sólo está la imaginería terrestre, sino que también nos aportan la difusión de señales radioeléctricas, el seguimiento aeroespacial, o el estudio del espacio profundo como con el Hubble.
Así que los que algunos conciben como todo un sector tecnológico algo obsoleto y propio de las épocas de la Guerra Fría, resulta que hoy más que nunca está en pleno auge, y cada vez más ojos nos observan desde el espacio a todos nosotros. Y hay un rico ecosistema de prometedoras startups que contribuyen a ello con tecnología “made in Spain”, y que producen datos y servicios disruptivos con la ayuda de la imaginería satelital.