El Supervisor Europeo de Protección de Datos anunció ayer el lanzamiento —en ‘fase piloto’- de dos plataformas públicas de redes sociales, que permitirán a los organismos e instituciones de la Unión Europea difundir sus contenidos sin depender de grandes proveedores privados como Twitter o YouTube.
Aunque la primera consecuencia de este lanzamiento es que las instituciones comunitarias podrán dejar de depender de entidades con sede fuera de las fronteras europeas, reforzando «la estrategia de la UE en materia de soberanía digital», no ha sido ese aspecto el que han hecho más hincapié: