La responsabilidad de cualquier medio salmón es proponer las mejores políticas socioeconómicas para promover el progreso económico (real) de nuestras sociedades, pero igualmente también es exponer las grandes fallas de los sistemas económicos “implementables”, y en especial del propio.
El mercado inmobiliario es uno de esos mercados del que es casi imposible escapar incluso para esos Amish que reniegan de toda modernidad, y puede ser que en este poderoso e influyente sector sea donde el capitalismo haya podido cometer algunos de sus errores más garrafales.