Estamos viviendo una época de inflación que todavía no sabemos si durará mucho. La ortodoxia dice que para combatirla hay que subir los tipos de interés, pero eso puede lastrar el crecimiento. Por eso siempre hay gente que propone ideas un poco diferentes para controlar los precios.
La historia nos enseña mucho de lo que pasa cuando se hacen cosas diferentes y un ejemplo de ello es lo que hizo EEUU durante la Segunda Guerra Mundial para intentar contener la inflación. El resultado no fue muy satisfactorio, la verdad.