La globalización ha ofrecido a Rusia tres beneficios principales: libertad de movimientos de mercancías, capitales y de personas. La guerra ha empezado y la respuesta que se ha dado hasta la fecha por parte de los países desarrollados viene por restricciones de los dos últimos beneficios mencionados.
Se busca atacar al rublo y las fuentes de financiación rusas para paralizar la economía rusa y limitar su capacidad para costear el despliegue de la invasión.
Sin embargo, no hay una fuerte respuesta en los movimientos de mercaderías. En este caso, el gas ruso es necesario para cubrir la dependencia energética de países como alemania. Sin ese gas, se crean problemas de suministro para el funcionamiento de su económica.
El cambio de proveedor no es una operación factible a corto plazo sino que implica costes y una menor competitividad en un entorno energético que previamente ya estaba en tensión.
Se bloquean las armas financieras pata propiciar la caída del rublo
La Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá han acordado este fin de semana impedir que el banco central ruso despliegue sus reservas internacionales. Desde entonces, la UE ha dicho que está prohibiendo todas las transacciones con la institución, que tiene 640.000 millones de euros en reservas.
Pero ¿por qué se está tomando esta medida?
La fuerte devaluación de la moneda local es un problema para cualquier país porque reduce la capacidad de compra de bienes y servicios extranjeros y emergen las altas tasas de inflación que devaluan los ahorros.
En este punto, la tasa de inflación anual de Rusia ya se había acelerado al 8,73% en enero y probablemente se disparará en los próximos meses.
En los casos más extremos de devaluación, podemos ver problemas de suministro de los productos que no son producidos por las industria nacional, fomentando una escasez. Un gran elemento de desestabilización para cualquier país.
Para impedir la aparición de este escenario se debe evitar o compensar la venta de los participantes del mercado de capitales de la divisa local.
Para ello, el banco central del país puede subir los tipos de interés y hacer más atractiva la remuneración de los depósitos en la divisa local o también echar mano de las reservas en moneda extranjera para materializar compras en el mercado o tratar de compensar las ventas de la moneda local.
Con las sanciones actuales, Rusia no presenta una gran capacidad para acceder a las reservas en moneda extranjera salvo las de China.
Por ahora la guerra financiera la gana occidente. Si el dólar se pagaba a 84 rublos por dólar el viernes, ahora se paga a 105,27. El rublo se ha desplomado un 26% tras la decisión.
Pero el banco central ruso ha contratacado con una subida de tipos de interés, pasando del 9,5% al 20%.
Al mismo tiempo, el gobierno ruso ha anunciado la decisión que obliga a las empresas a vender el 80% de sus ingresos por exportaciones: vender dólares para tratar de controlar el par USD/RUB.
Pero la subida de tipos de interés es una arma de doble filo: Puede aminorar la fuga de capitales pero el crédito se encarece. La consecuencia más inmediata es que la economía nacional se enfría hasta el punto de entrar en recesión.
Para que el crédito no se contraiga, el banco central ha recomendado que los bancos satisfagan las necesidades de sus clientes aprobando la reestructuración de préstamos sin imponer sanciones ni multas a dichos préstamos.
Matar a la banca rusa para que Rusia no pueda financiarse
Rusia tiene una deuda pública sobre PIB muy baja, del 21,6%, por lo que desde el punto de partida su margen de maniobra para endeudarse es amplio.
Debido a que la moneda está hundida debería solicitar deuda en dólares para el acceso a la financiación, y actuar la banca rusa como correa de transmisión en está operativa.
Por esa razón, se han excluido del sistema de pagos internacionales Swift a una serie de bancos rusos y han tomado otras medidas como que las acciones de las entidades estatales rusas ya no pueden cotizar en las bolsas de la UE.
Bloquear la financiación por deuda y capital ese es el objetivo.
El miedo existente está llevando a que los depósitantes rusos estén demandando su efectivo, desde Rusia se reconoce que por la «gran demanda de efectivo, el sector bancario ahora está experimentando un déficit de liquidez estructural».
Esa inestabilidad bancaria unida al hundimiento del rublo acabaría propiciando la quiebra de las entidades rusas si no imponen controles de capitales internos.
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La noticia
Así están afectando las sanciones a Rusia
fue publicada originalmente en
El Blog Salmón
por
Marc Fortuño
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