Existen diversos trucos y consejos para reducir la factura de la calefacción en invierno y contar con más margen de ahorro: desde optimizar el uso de la caldera a purgar los radiadores, contar con un buen aislamiento -cabe recordar que el 25% del calor se pierde a través de los cristales- o revisar las tarifas conjuntas, además de aprovechar la programación automática que brinda el termostato.
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Sin embargo, también resulta fundamental derribar las principales leyendas urbanas que surgen cada invierno en torno a cómo ahorrar con la calefacción en los meses de frío. No son moco de pavo si tenemos en cuenta que según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae), la calefacción supone en las zonas frías de España el 70% del total de la energía consumida por un hogar.
Así, los mitos recurrentes en torno a la calefacción dificultan la posibilidad de tomar decisiones adecuadas como consumidor y contar con herramientas adecuadas, como los comparadores de calderas y calefactores que la OCU pone a disposición online de la ciudadanía. A continuación, revisa las cinco mentiras más extendidas sobre la calefacción.
5 bulos sobre la calefacción y el ahorro que no deberías creer
- Es más caro apagar la calefacción que mantenerla encendida a temperatura constante: Pese a que existe un pico de gasto al encenderla, a largo plazo el ahorro es notable, según informa la OCU. Lo idóneo es apagarla durante la noche -para que la temperatura del hogar esté aproximadamente a 16º- y encenderla en algunas franjas durante el día. Con respecto a tenerla encendida a 20º se ahorra un 13%:
- No se pierde demasiado calor a través de las ventanas: No basta con cerrar las ventanas ni tampoco importa demasiado su tamaño. El aislamiento es fundamental para mejorar la eficiencia energética y reducir el gasto en calefacción, además de contribuir al medio ambiente con un consumo más sostenible. Desde la OCU recuerdan que una cuarta parte de la energía producida en los hogares se destina a cubrir el calor que se escapa por las rendijas. de por las rendijas de las ventanas. Contar con doble cristal reduce las pérdidas en un 50%.
- No es posible tener calefacción con paneles solares: Esto es totalmente mentira, ya que existe la calefacción solar gracias a los paneles térmicos, que permiten ahorrar hasta un 70% en agua caliente y un 40% en calefacción. La calefacción solar constituye un sistema sostenible y ecológico: la energía térmica puede aplicarse a suelo radiante, los calentadores por convección y las bombas de calor.
- El calor azul es el tipo de calefacción más económica: Todos los tipos de calefacción eléctrica son igual de eficientes -de hecho, la OCU subraya que loa tipos de sistemas que emplean resistencias para calentar siempre son los más ineficientes y los más caros-. Lo recomendable es contratar una tarifa nocturna y usar los radiadores durante el período valle de esta para pagar lo menos posible por kWh consumido, además de sustituir los radiadores eléctricos por una bomba de calor, mucho más eficaz.
- Una caldera de condensación exige radiadores grandes: Los radiadores estándar son perfectamente compatibles con las calderas de condensación, pese a que cuanto mayor sea su tamaño, existe más margen de ahorro. Estas calderas son cómodas y seguras, destacando por su alto rendimiento y bajas emisiones. Ahorran, de media, un 18% de media. Lo habitual en cuanto a la potencia es necesitar unos 90-100 W por metro cuadrado.
Fuente | OCU