En los últimos años, el papel de las acciones sostenibles de bajo impacto ambiental se ha vuelto crucial en los mercados financieros, especialmente si focalizamos en el mercado europeo.
Los hallazgos recientes proporcionan evidencia de que las empresas altamente calificadas en términos de puntuación ambiental, social y de gobernanza reportan mayores rentabilidades y menor volatilidad, lo que se apoya en la suposición de que los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) son considerados, por los agentes del mercado, como un buen indicador de la solidez financiera de las empresas.
Según Eurosif (2020), la Inversión Sostenible y Responsable (ISR) es un enfoque que combina el análisis fundamental con la evaluación de los factores ASG en el proceso de investigación, análisis y selección de valores dentro de una cartera de inversión para capturar mejor los rendimientos a largo plazo para los inversores y beneficiar a la sociedad al influir en el comportamiento de las empresas.