Hace 3 años, Microsoft se propuso conquistar el mercado empresarial en el ámbito del vídeo con una nueva plataforma para la emisión y alojamiento de vídeos: Microsoft Stream. Gracias a su integración en Office 365, Steam permitía compartir vídeos dentro de otras aplicaciones (SharePoint, Microsoft Teams y Yammer) y asignaba un canal de vídeo a cada grupo de usuarios de Office 365.
Pese a contar con algunas funciones avanzadas (permitiendo, por ejemplo, realizar búsquedas por voz o utilizar el reconocimiento facial para saltar a partes del vídeo en la que aparezca determinada persona), en este tiempo el papel de la plataforma ha sido bastante discreto.