Una familia de Mississippi instala una cámara de seguridad conectada de la marca Ring, propiedad de Amazon, en la habitación de sus hijas pequeñas para poder vigilarlas mientras trabaja. «Investigué mucho sobre esto antes. Ya sabes, realmente sentí que era seguro», aseguraba la madre a la CNN.
Apenas cuatro días después de la instalación, sucede un hecho perturbador: a través del dispositivo, una voz habla con una de las niñas, de 8 años.