Llevamos unas semanas en que la mayor polémica del Gobierno es la propuesta de establecer un pago por las autovías que hasta ahora eran gratuitas. Las excusas son que el mantenimiento de la red vial tiene un coste importante ya que tenemos una de las redes de carreteras y autopistas más extensas de Europa (y seguramente la más extensa por población, pues somos un país grande en tamaño pero muy despoblado) pero lo cierto es que es una excusa.
El coste de mantener la red se paga de sobra por el impuesto especial de hidrocarburos (unos 12.000 millones de euros, cuando el mantenimiento y déficit de inversión es inferior a dicha cifra). Lo cierto es que lo que tiene España es un agujero general en sus cuentas.