¿Cuánto tiempo hay que conservar las facturas si eres autónomo?

Todos los autónomos saben que deben conservar sus facturas por si reciben una inspección en el futuro, pero no saben durante cuánto tiempo están obligados a ello.

En primer lugar, cabe destacar que el Código de Comercio establece que los documentos, libros y justificantes de un negocio deben guardarse durante por lo menos seis años, contados a partir del último asiento del ejercicio. La normativa afecta tanto a autónomos como a entidades mercantiles. Estos archivos abarcan todos los libros y documentación que generen derechos y obligaciones con otras personas y empresas, debiendo guardarse aunque cese la actividad empresarial. 

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Aunque es conveniente guardar la documentación, cabe destacar que los impuestos prescriben cuatro años después de la presentación del mismo, los expertos recomiendan conservar facturas y justificantes. Si Hacienda revisa de nuevo los impuestos o presentas una declaración complementaria, el cómputo de los cuatro años se inicia de nuevo por interrupción de la prescripción.

Otros plazos a tener en cuenta son el de las pérdidas -si las tienes, deberás guardar todo el papeleo que las acredita durante por lo menos diez años- o el de los activos -deberás conservar las facturas nueve años si son bienes muebles y catorce si son inmuebles-.

Cabe destacar que la normativa vigente obliga a conservar las facturas recibidas, copias o matrices de las facturas expedidas y justificantes contables en las operaciones en las que sea de aplicación la inversión del sujeto pasivo cuando el proveedor no esté establecido en la Comunidad. También debes guardar los documentos relativos al pago del impuesto a la importación.

Si tienes dudas sobre el soporte, desde el diario Cinco Días recuerdan que debes conservarlas en el mismo soporte en el que han sido emitidas. Si las has enviado en papel debes tener una copia y si las has enviado en formato digital, deberás tenerlas en este soporte. Por otra parte, si las has emitido desde el extranjero puedes decidir si la conservación se hace en España o en el extranjero, aunque allí solamente es válida en formato online.

5 falsos mitos sobre la calefacción que deberías dejar de creer

Existen diversos trucos y consejos para reducir la factura de la calefacción en invierno y contar con más margen de ahorro: desde optimizar el uso de la caldera a purgar los radiadores, contar con un buen aislamiento -cabe recordar que el 25% del calor se pierde a través de los cristales- o revisar las tarifas conjuntas, además de aprovechar la programación automática que brinda el termostato.

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Sin embargo, también resulta fundamental derribar las principales leyendas urbanas que surgen cada invierno en torno a cómo ahorrar con la calefacción en los meses de frío. No son moco de pavo si tenemos en cuenta que según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae), la calefacción supone en las zonas frías de España el 70% del total de la energía consumida por un hogar.

Así, los mitos recurrentes en torno a la calefacción dificultan la posibilidad de tomar decisiones adecuadas como consumidor y contar con herramientas adecuadas, como los comparadores de calderas y calefactores que la OCU pone a disposición online de la ciudadanía. A continuación, revisa las cinco mentiras más extendidas sobre la calefacción. 

5 bulos sobre la calefacción y el ahorro que no deberías creer

  • Es más caro apagar la calefacción que mantenerla encendida a temperatura constante: Pese a que existe un pico de gasto al encenderla, a largo plazo el ahorro es notable, según informa la OCU. Lo idóneo es apagarla durante la noche -para que la temperatura del hogar esté aproximadamente a 16º- y encenderla en algunas franjas durante el día. Con respecto a tenerla encendida a 20º se ahorra un 13%:
  • No se pierde demasiado calor a través de las ventanas: No basta con cerrar las ventanas ni tampoco importa demasiado su tamaño. El aislamiento es fundamental para mejorar la eficiencia energética y reducir el gasto en calefacción, además de contribuir al medio ambiente con un consumo más sostenible. Desde la OCU recuerdan que una cuarta parte de la energía producida en los hogares se destina a cubrir el calor que se escapa por las rendijas. de por las rendijas de las ventanas. Contar con doble cristal reduce las pérdidas en un 50%.
  • No es posible tener calefacción con paneles solares: Esto es totalmente mentira, ya que existe la calefacción solar gracias a los paneles térmicos, que permiten ahorrar hasta un 70% en agua caliente y un 40% en calefacción. La calefacción solar constituye un sistema sostenible y ecológico: la energía térmica puede aplicarse a suelo radiante, los calentadores por convección y las bombas de calor.
  • El calor azul es el tipo de calefacción más económica: Todos los tipos de calefacción eléctrica son igual de eficientes -de hecho, la OCU subraya que loa tipos de sistemas que emplean resistencias para calentar siempre son los más ineficientes y los más caros-. Lo recomendable es contratar una tarifa nocturna y usar los radiadores durante el período valle de esta para pagar lo menos posible por kWh consumido, además de sustituir los radiadores eléctricos por una bomba de calor, mucho más eficaz.
  • Una caldera de condensación exige radiadores grandes: Los radiadores estándar son perfectamente compatibles con las calderas de condensación, pese a que cuanto mayor sea su tamaño, existe más margen de ahorro. Estas calderas son cómodas y seguras, destacando por su alto rendimiento y bajas emisiones. Ahorran, de media, un 18% de media. Lo habitual en cuanto a la potencia es necesitar unos 90-100 W por metro cuadrado.

Fuente | OCU